viernes, 9 de septiembre de 2011

Mi cartera es tan ancha como la feria

Estando en crisis (si no utilizaba la palabra crisis el texto no tendría tanto impacto) se supone que es normal que los precios hayan aumentado. Pero desde la perspectiva de un hombre más pudiente y consumista no importa gastar mientras no se considere el producto como un abuso. Porque hay abusos en la feria. Antes de la marcha de la peseta los pinchitos valían 20 duros, o eso alcanza a recordar mi memoria de tiempos infantiles. Pero tras documentarme con los precios de venta al público de un kilo de pinchitos (4,5€) de un diplomado en el tema (por supuesto hablamos del Yairon), el hecho de pagar 1,5€ por un pincho me parece un timo moruno. Por lo de pinchitos morunos, eh, no me tildéis ahora de racista. Surgen ofertas emperchantes en las que se ofrece pincho más bebida por 2€, cosa que desde luego sí sale a cuenta. Y como anécdota rápida, deciros que al Paco el Litros le han dado la fanta de limón en lata de 3º mientras que al Yairon se la han dado en botellín de 5º la de naranja. En casos de lobazo leve en el que sólo te apetece un pincho tras un botellón estándar, esta opción quizás no repercuta demasiado en tu economía. Pero en casos de hinchamiento extremo en el que te pidas unos 6 pinchos ¡ya te podrías haber comido 9 en donde valieran 1€! Y tendrán todas las proteínas que quieras, pero por 4,5€ me he hinchao a papa asada. Si alguien conoce una barra de pinchos donde los pongan a € que avise. Muy malos tienen que estar para que no rente respecto a sus parientes de € y medio. Si no que venga el sindicato de expendedores y asadores de pinchos (el SEAP, por supuesto) a ofrecerme argumentos compresibles y convencedores.

En cuanto a las copas realmente no tengo queja. Si la situación te pilla con ansia de beber y no has tenido la previsión de comprarte tus propias copas la opción del cubalitro es bastante recomendable. Ya depende de si te echan un 40% de cubitos de hielo. Porque el botellón se ha puesto chungo. En la zona de botellón habitual de la feria han instalado un cartel en el que figura "Prohibido hacer botellón bajo multa". Esta advertencia fue suficiente para disuadirnos de la intención de beber copas en el lugar. Sin embargo, horas después descubro sorprendido que el lugar está petado, y para más inri, la policía está hablando afablemente con algunos botelloneros. Me han contado que sí que han puesto varias multas, pero, ¿en serio? ¡Esto es un pitorreo! Por lo que sé la zona está cortada al tráfico excepto para vecinos, que por cierto no deben de recibir muchas molestias por parte de los practicantes del copeteo interurbano comparado con el porculo del la verbena de la caseta municipal. Y peste a meao haberla hayla, pero los meódromos más cercanos no es que se encuentren muy lejos. Vamos, que realmente no veo inconveniente en el hecho de hacer botellón en la zona, que aunque pese a políticos y pedagogos, es algo inevitable en la juventud. Y se me ocurre un "vacío legal", que consiste en pillar vasos de litro de la coca-cola y llenarlos de tu bebida habitual. Basándome en el hecho de que los cubalitros que sirven en las casetas en principio si es legal bebértelos por medio de la feria. No es la idea del siglo pero puede librarte de varios coñazos. Aparte, la instalación de un par de contenedores supondría una ventaja a la hora de limpiar, y ya se sabe, la mierda arrejuntá se recoge antes que la mierda dispersa. Que siempre hay subnormales que dejan su mierda, pero aún quedan jóvenes con conciencia que tiran sus restos. Y que pollas ¡aún con el contenedor a menos de 2 metros siguen dejando las botellas vacías en el suelo! Con razón han prohibido el botellón, pero esto es tema para otro artículo que tengo bastantes ganas de escribir.

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